Dark Music

lunes, 28 de febrero de 2011

Historias En Ávalon


Solo había un poco de pan ya roído por las ratas, mientras que el joven Arthur agonizaba muriendo lentamente de hambre, su madre lo acariciaba suavemente, y le susurraba a los oídos: duerme, duerme tesoro, que la muerte desde ahora será tu madre, te arrullara noches enteras en los hermosos sepulcros alumbrado por la luna, y entre olor fétido de los cadáveres tu presencia será por siempre santificada.

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