El despertar De Los Milenios

Observad el diario vivir de la humanidad, lleno de maldad, avaricia y ambición, también observa a el ser que actúa con malicia llenando esta, una existencia de condenados de miseria; donde el pobre, y el honesto son oprimidos por las masas creadas para hacer el mal, por los que interpretan los textos sangrados a su conveniencia dejando atrás una filosofía milenaria de amor, respeto y paz, pero ¿Dónde está el equilibrio? ¿La justicia? Y demás virtudes que según, una teoría nos separan del entendimiento del animal no racional.

Mirad a tu alrededor solo encontraras: tristezas, llanto, muerte y desolación ya que la felicidad ha sido remplazada y arrebatada por los infelices, los condenados, los peregrinos de legiones oscuras, abatiendo cualquier umbral de esperanza donde los sueños del niño mueren así como muere mi querer, tu querer, y el de la humanidad ahogados en mentiras, en el engaño de multitudes corruptas que solo buscan el lucro personal, que dogmatizan las mentes a tal extremo de que el abrir nuestras mentes a nuevas fuentes de conocimiento es un acto inconcebible, y en muchos casos un tabú creando una dogma para tierras de ignorancia y una fata morgana para aquellas mentes que no pudieron ni podrán ver la verdad, ya que ellos al aceptar el manejo de su pensar, su vida deja de existir y pasan a ser marionetas decadentes sin sueños, sin anhelos, dando paso así a lo más temido por el hombre. Un paraje desconocido, donde: Kali, Tánato, Osiris, Mors y Yum Kimil son poseídos por el mas grande nirvana, y llevados por el sacrilegio y la lujuria concebida en esta conmemoración a la apoderación de almas, de cuerpos condenados por los dioses y diosas mas odiados y temidos, dignos representantes de la palabra que sucumbe la vida diaria del hombre: MUERTE

“Muchas veces no estamos conformes con el maravilloso regalo que nos ha dado la vida, siempre codiciamos más de lo que tenemos, y en la busca de ello, podemos arrasar con las nuevas esperanzas de un soñador, haciendo de su vida una experiencia fatídica con la muerte de su ilusión; porque así como para el solitario nace un nuevo día, igualmente el hombre menos afortunado, lucha a diario por la creación de su nuevo sueño”.

James Kantillo