Al abrir mis ojos, solo una vela encima de un sepulcro es lo que pude percibir en esa espesa noche, al pie de un enorme castillo, se encontraba el cementerio. Pero al pasar los minutos podía recordar que había caído en las garras de Naara, y pronto sentí que mis manos estaban atadas por cadenas, y ese maldito olor retornaba a mis sentidos, en una ráfaga de humano la vi venir a ella y a sus demonios, y sin pensarlo entonces se acerco a mi, y en mi odio repitió: Aquí acaba tu bondad.
Una llanto, salió de la estancia posterior, era el llanto de una pequeña niña que aproximaban a mi, y al momento de colocarla junto a mi, Naara y Dunna sujetaron mis manos, mientras que Lenox y Vaggar agarraron mis cabellos y suspendieron mi cuello, zaceándose entonces de mi sangre, dando nacimiento a la sed mas indescriptible que he podido sentir, acto seguido: Me desencadenaron, y solo recuerdo el sonido de horribles carcajadas femeninas, mientras decían: Aliméntate bien de la niña, ya que tu lo necesitas…
Al despertar me abalancé en su débil cuerpo, y mis sentidos quedaros suspendidos en el… Volvía a vivir, volví a sentirme vivo… Y sabréis con que.